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Prototipos de BMW que hay que conocer

Desde los Sports Activity Coupés inspirados en las playas de ensueño de Malibú hasta los futuristas cuatro puertas que ya anticipaban lo que vendría en las siguientes décadas, los archivos de BMW y la colección Classic están llenos de prototipos poco conocidos que juegan un papel fundamental en la historia de BMW Classic y que, en algunos casos, incluso prepararon el camino a estilos que no aparecerían hasta muchos años después.

EL BMW ICE (2004) Y EL BMW ZBF 7ER (1996)

En julio de 2021, BMW decidió mostrar dos prototipos muy especiales que hasta entonces había mantenido en secreto y lejos de los ojos del público: el BMW ICE y el BMW ZBF 7er. Guardados bajo llave durante décadas, estos dos prototipos de BMW cuentan a su manera la historia de la ingeniería y el diseño de BMW en sus respectivas épocas. Ahora, han sido «revelados» para que todo el mundo los conozca.

El BMW ICE – o Integrated Concept Engineering (Ingeniería de concepto integrado)- fue diseñado en 2004 por BMW Designworks USA, con sede en California, bajo la dirección de Eric Goplen. El prototipo de producción lo construyó BMW en Múnich. La mejor forma de describir este robusto coupé deportivo de dos puertas es como un Sports Activity Coupé, o SAC, un vehículo compacto multiuso perfecto para el estilo de vida desenfadado de la California de principios del siglo XXI. Apoyado en unas ruedas de gran tamaño, combinaba la tracción a las cuatro ruedas del futuro BMW X5 con el interior del BMW Z4 Roadster, todo ello envuelto en un diseño inspirado en un crossover que apunta, principalmente, a la versión contemporánea de la Serie BMW X4. En efecto, cuando miramos ahora al BMW ICE, hay elementos que seguramente todavía hoy causarían sensación; sobre todo, su diseño e interior deportivos, que ocultan un vehículo que podría llevar a cualquier californiana a donde quiera que soñara ir.

El BMW Serie 7 ZBF de 1996, en cambio, tiene un aspecto mucho más sofisticado. Como auténtica limusina de lujo, ya anticipa por todas partes la futura exclusividad y elegancia de la Serie 7 y, efectivamente, «ZBF» significa zukünftige BMW Familie, o «futura familia BMW». 

El prototipo fue diseñado para formar parte de una hipotética familia de berlinas BMW, en cuyas series 3, 5 y 7 trabajó el legendario diseñador Joji Nagashima. 

El BMW ZBF presentaba tecnologías y funciones que pronto convertirían a la Serie 7 en un éxito con admiradores en todo el mundo: un elemento de control con una ubicación central que recuerda al  iDrive que se montó en el 2001 BMW 7 Serie, cámaras en lugar de retrovisores y tiradores de las puertas enrasados, por mencionar solo algunas, aunque estas dos últimas nunca llegaron a la producción en serie.

Curiosamente, la gran parrilla en forma de riñón no era muy distinta de las que se ven actualmente en las limusinas de lujo de la BMW Serie 7 (G11 y G12). Como prototipo quizás no correspondiera a su época, pero el BMW ZBF era sin duda una señal de lo que estaba por llegar.

EL BMW 2K2 (1999)

El BMW 2K2 se llama así por uno de los BMW más legendarios fabricado hasta la fecha, el BMW 2002. Así que la creación de esta berlina deportiva de dos puertas y cuatro asientos supone un regreso a los BMW que precedieron a la Serie 3.

El BMW 2K2, cuyo lanzamiento estaba originalmente previsto para el año 2002, fue un auténtico reto para los ingenieros y diseñadores, que trabajaron a un ritmo increíble en pequeños equipos y en estrecha colaboración para que la producción fuera viable. Se utilizaron nuevas tecnologías, y el BMW 2K2 fue el primer BMW en el que las primeras fases de diseño e ingeniería se realizaron en su totalidad con herramientas digitales, que incluían plantillas en 3D y herramientas de diseño virtual. Esto permitió a sus creadores comenzar a trabajar en 1997 y presentar un prototipo viable tan solo 18 meses después, en 1999.

El objetivo era construir un prototipo que, por su diseño y tecnología, reuniera todos los requisitos para que el automóvil fuera un éxito de fabricación y ventas, y es justo reconocer que el BMW 2K2 estuvo muy cerca de ser considerado para su producción en serie. Al final no pudo ser y el prototipo no recibió nunca un número E. De lo contrario, el 2K2 habría sido una especie de BMW Serie 1 Coupé y habría sustituido a los BMW Serie 3 Compact (E46 y E45) bajo la forma de un automóvil más básico y ligero. En cuanto a las opciones de motor, el 2K2 tenía capacidad para cualquiera de los motores BMW más pequeños, desde 1,8 a 2,2 litros, con cuatro o seis cilindros, lo que lo convertía en el mejor de su clase en términos de potencia por peso.

EL BMW Z22 (1999)

La mayoría de los aficionados a los BMW pensarán inmediatamente en los roadsters de chasis bajo cuando vean una Z. Pero en los archivos de BMW encontramos una excepción a la famosa lógica de BMW a la hora de poner nombres: el BMW Z22. Un ingenioso cuatro puertas futurista y muy conceptual, esta joya del archivo en realidad se parece más a un BMW Serie 2 Active Tourer que a cualquier roadster. Sin embargo, el interior del BMW Z22 cuenta una historia muy distinta.

Desarrollado para celebrar el 15. aniversario de BMW Technik GmbH, el BMW Z22 fue un auténtico «estudio de viabilidad» en condiciones reales: una demostración al público de las innovaciones de BMW y un banco de pruebas para el futuro. Se le denominó «Z» porque era el indicativo de todos los proyectos de Technik presentados en público. El interior fue obra del diseñador Marc Girard, mientras que Rob Powell supervisó el diseño exterior. El BMW Z22 estaba equipado con multitud de experimentos electrónicos y digitales realmente adelantados a su tiempo. Un cuadro de instrumentos digital, dirección y frenos electrónicos, un monitor en lugar de retrovisor, una caja de cambios automática continua, head-up display en el parabrisas, cámaras laterales… al BMW Z22 no le faltaba detalle. Sin embargo, lo más sorprendente y radical era el volante rectangular interactivo y un lenguaje de diseño interior simplificado y minimalista, no muy alejado del volante hexagonal y del puesto de conducción reducido del BMW iX que hoy pisa el asfalto.

LOS BMW E1 Y E2 BEV (1991-1993)

Aunque BMW ya tuviera un vehículo totalmente eléctrico desde 1972 – un BMW 1602 modificado, el BMW 1602e, que se construyó como montaje publicitario para los Juegos Olímpicos de 1972 – casi todo el mundo considera que el BMW i3 de 2013 es el primer BMW totalmente eléctrico. Sin embargo, esto solo es verdad en parte. Presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1991, el BMW E1 también debe tenerse en cuenta. Con solo 3,46 m de longitud, pero igual de ancho que los BMW Serie 3, el BMW E1 tenía un aspecto algo achaparrado. Sin embargo, cuando el público pudo verlo por primera vez, descubrió un motor de 32 kW completamente eléctrico montado sobre el eje trasero que alcanzaba una velocidad máxima de 120 km/h. Una batería de 120 voltios le otorgaba una autonomía de 200 km en una sola carga. Durante los dos años siguientes, BMW añadiría unos cuantos BMW E1 de segunda generación a esta pequeña gama, como un BEV mejorado, una variante con motor de combustión normal e incluso un híbrido. Un estudio de diseño del BMW E2 también se presentó en el Salón del Automóvil de Los Ángeles en 1992. Como primera incursión en la movilidad urbana en respuesta a retos acuciantes, especialmente por la normativa de algunas zonas de Estados Unidos, el BMW E2 fue construido por BMW Designworks para mostrar la visión de BMW sobre la vida en la ciudad; un vehículo eléctrico y compacto con suficiente flexibilidad para responder, por ejemplo, a las necesidades de las familias con niños pequeños. Quizá por eso no esté tan lejos del BMW i3.

EL BMW AVT (1981)

Todavía hoy, el BMW AVT de 1981 sigue siendo uno de los prototipos más misteriosos de BMW. Tenemos muy poca información sobre sus antecedentes, pero esto no lo hace menos interesante. Al contrario, este prototipo ultrafuturista no conducible tiene un papel protagonista en la historia del diseño y la ingeniería de BMW. Construido para dar publicidad a la inauguración del nuevo túnel de viento de BMW en el centro de pruebas de Ismaning/Ascheim en 1980, el BMW AVT incorporaba los últimos avances de la industria, que hacía cada vez más hincapié en la aerodinámica para reducir el consumo de combustible tras las crisis del petróleo de 1974 y 1979. Con la inauguración del nuevo túnel de viento, BMW aceleró la investigación y el desarrollo en este campo y el BMW AVT se convirtió en el eje central de las iniciativas destinadas a potenciar la aerodinámica en el diseño de los BMW. De hecho, de ahí procede su nombre: «AVT» es el acrónimo de Aerodynamischer Versuchsträger, o «vehículo de ensayo aerodinámico». El BMW AVT no podía conducirse; su función era, simplemente, ocupar su puesto sobre la placa de medición, en el centro del túnel de viento, para ser sometido a todo tipo de mediciones y fotografías. Por eso carece de interior. La maqueta a escala real fue realizada por BMW Design en colaboración con los especialistas en aerodinámica de BMW, quienes crearon un auténtico prototipo de «vehículo» que quizá ahora no tenga descendientes en la carretera, pero que sigue siendo sumamente importante para la historia del diseño y la ingeniería de BMW.

EL BMW TURBO (1972)

El BMW Turbo posiblemente sea el prototipo más conocido de esta lista, admirado por cientos de fans de BMW en todo el mundo. Y con razón. Desarrollado por los diseñadores e ingenieros de BMW y presentado en los Juegos Olímpicos de 1972, el BMW Turbo es para muchos un sueño hecho realidad. Con puertas en ala de gaviota, una carrocería que recuerda a un tiburón y un interior auténticamente deportivo, «el Turbo» fue tal éxito que BMW tuvo que construir un segundo vehículo para responder a la demanda de los salones y ferias del automóvil, que ansiaban desesperadamente tener el prototipo en sus exposiciones. Tras los asientos, el BMW Turbo estaba equipado con un motor 2.0 de cuatro cilindros turboalimentado, de tubo recto, con 280 CV de potencia que lo lanzaban de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos. Como prototipo e idea, realmente no hay nada que se parezca al BMW Turbo, pero ciertas características serían adoptadas más adelante por otros modelos y series enteras El BMW Turbo fue el primer BMW que tuvo un puesto de conducción pensado para el conductor, un concepto que sería marca de la casa en innumerables modelos posteriores. En cuanto a su diseño, no es exagerado decir que su aspecto agresivo, el perfil con el centro de gravedad bajo y la expresión general, creada por el jefe del estudio de diseño de BMW de la época, Paul Bracq, lo convierten en el hermano mayor del igualmente emblemático BMW M1.

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